viernes, 8 de noviembre de 2013

Claustro del antiguo monasterio de San Pedro El Viejo (Huesca), 06-04-2012.

Pasión






Huida a  Egipto.



Epifanía.






Combate entre bestias maléficas.






Arpías con gorro frigio.




Combate entre hombres y dragones.










Dintel: representación de la Epifanía.




Decoración vegetal.


Seres mitológicos.












Descendimiento de la cruz.


Bautismo de Jesús.






Crismón.




Arpista y bailarina.




Claustro de la iglesia de San Pedro El Viejo (Huesca).
El claustro, que pertenece al denominado románico europeo, es obra del anónimo escultor llamado “Maestro de San Juan de la Peña”. La estructura es simple: un rectángulo que presenta cuatro crujías. Sobre un banco corrido se levantan columnas pareadas que sostienen un capital único, hasta completar un total de 38 con temas referentes a la vida de Jesús, escenas del Antiguo Testamento, vicios, pecados y toma de la ciudad.
Lo primero que hay que advertir es que el estado de este espacio era ruinoso hasta que en 1886 los arquitectos Patricio Bolomburu y Ricardo Magdalena acometieron su casi completa restauración. En estos trabajos se sustituyeron numerosos capiteles, cuyos relieves estaban completamente erosionados, por réplicas del escultor Mariano García Ocaña, que ciertamente se afanó en reproducir el estilo original del “Maestro de San Juan de la Peña”. Actualmente, esos capiteles deteriorados se guardan en el Museo Provincial.
Antes de adentrarnos en el mundo de los capiteles originales de este claustro hay que contemplar el tímpano de la puerta que comunica el recinto con la iglesia. Su autor es el Maestro del sepulcro de Doña Sancha de Santa Cruz de la Serós, hoy custodiado en la iglesia jaquesa del Monasterio de las Benedictinas. El registro superior muestra a dos ángeles sujetando con sus manos un crismón trinitario. El friso inferior es el de la escena de la Epifanía
En las pandas claustrales hay otro tímpano reseñable. Se trata de la misma escena representada en la puerta del muro norte de la iglesia: dos ángeles sujetando con sus manos un gran crismón trinitario con un Agnus Dei en el centro. Éste del claustro, además de encontrase mucho más erosionado, pertenece a una mano menos cualificada.

Capiteles originales
Los dieciocho capiteles originales del claustro podemos clasificarlos, desde el punto de vista iconográfico, en los que muestran narraciones de escenas bíblicas y aquéllos que tienen contenido simbólico.
Entre los primeros y, a pesar del estado en que se encuentran la mayoría, es relativamente fácil adivinar lo que muestran. En ellos se relatan acontecimientos de la Muerte, Resurrección y Ascensión de Cristo, así como de la Asunción de María. También tenemos algunos momentos del Antiguo Testamento.
Entre los temas simbólicos aparecen los habituales combates entre bestias maléficas y el hombre que denotan la continua lucha entre el bien el mal que habita en el alma humana.

Las escenas bíblicas representadas son, en total, las siguientes:
Descendimiento de Cristo y su entierro.
Los sacerdotes judíos reclamando guardia a Pilatos para vigilar el sepulcro de Cristo.
Las tres Marías visitando el sepulcro vacío de Jesús con los soldados dormidos.
Los peregrinos de Amús y “Noli me Tangere”.
Duda de Santo Tomás.
Ascensión.
Pentecostés.
Dormición de la Virgen.
Hombres alanceando serpientes.
Diversos combates entre hombres y dragones.
Arpista y bailarina.
Sagitario lanzando una flecha a una sirena pez (nereida) con dos peces en las manos.
Vida de San Silvestre.
Demonios y dragones.
Arpías devorando a un hombre.
Leones devorando un carnero.
Caín y Abel.
San Silvestre y el bautismo de Constantino.
Regreso de Egipto.
Bautismo de Jesús.
Tentaciones de Cristo.
De los capiteles que se ocupan de Cristo, es especialmente valioso el conjunto de capiteles que relatan los acontecimientos entre su Muerte y Resurrección y la Ascensión final, puesto que no siempre encontramos tales episodios en otros monumentos románicos historiados (“Noli me tangere”, Discípulos de Emaús, Duda de Santo Tomás, Pentecostés, etc.).
También, llamamos la atención sobre el capitel del regreso de Egipto por ser una de las esculturas románicas originales mejor conservadas de todo el claustro de San Pedro.
Otro de los capiteles que nos parece más expresivo es el que muestra las Tentaciones de Cristo por el demonio en el desierto.
Por último, mencionaremos también el que tiene tallada la escena del músico (en este caso, tañendo una enorme arpa) junto a una bailarina que se dobla hacia atrás dejando caer su larga cabellera. Esta representación la encontramos en Biota, Agüero, etc. por lo que se la considera una auténtica firma del taller. No obstante, la talla de San Pedro el Viejo debió ser realizada por un miembro menos experto del taller por su menor plasticidad en comparación con las anteriores citadas.
http://www.arteguias.com/monasterio/sanpedroelviejo.htm















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